lunes, 11 de febrero de 2008

¡Esto es, carnaval!

Pues sí, hasta para mí es carnaval. Un año después vuelvo a ser la reina de la fiesta. Que conste que no lo digo yo, lo dicen la seño, las mamás de los otros niños, papá y mamá.... Este año nos pidieron a todos los niños que fuésemos disfrazados para luego, cogidos de una cuerda, dar un paseo por Bellavista. Allí teníais que ver piratas, bailarinas, spidermans, etc, etc.. y yo, como niña mona y dulce que soy.... ¿de qué fui?. A ver si lo adivináis..... Y lo digo porque hay diferentes opiniones: la oficial, que iba de caperucita roja, la de mis papás.... ¡de caperucita feroz!, y no porque durante el pasacalles me portase mal, al revés, era la niña que más cantaba (a voz en grito incluso), pegaba botes, reía y la única que no necesitaba tener a los papás cerca (vaya, el pasacalles era un desfile de madres, la verdad)... no, caperucita feroz porque, según mis papás, cuando lllego a casa me transformo, como el hombre lobo, y salvo los ojos amarillos, según ellos, no me dejo nada: rabia, histeria, cara enrojecida, llanto... vamos, que estoy pasando una mala racha, algo desobediente y pendenciera. Y yo, como lo que me gusta es enervarles, ya he encontrado la orma de su zapato: cada vez que me castigan con llevarme al rincón, digo ¡bien! y cuando veo que se están enfadando, antes de que me manden al rincón..... ¡lo pido yo!



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