Si es que no lo puedo aguantar, soy mona en cualquier situación.
Este fin de semana pasado estuve en el bautizo de mi primo Curro. Creo que lo bautizaron en la Conchinchina, porque tardamos un día en ir y otro en volver, en cualquier caso, dado que desplegué todo mi repertorio de encantos (que os voy a contar que no sepáis), no voy a entrar en detalles, salvo para enseñaros dos fotos.
La primera es a la vuelta, cansada tras el viaje, llegando a Huelva, sentada en la gasolinera, con las gafas de protección de papá y agotada. ¿A que se me ve mona?. En la otra más de señorita, el día del bautizo, estrenando vestido. estaba un poco enfadada porque quería ir al parque, pero ahí estoy, mona, como siempre (detrás se ve a mi amiga Rocío Sanz, que me cuidó fenomenal y me quiere mucho).
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