Pues que está loco. La verdad es que le vamos cogiendo cariño, pero empezamos a pensar que la nube radiactiva de Fukushima ha llegado a Huelva y en vez de Sacha tenemos a Godzilla. No para de crecer. Cuando lo llevamos al veterinario hace un mes y medio pesaba 8 kilos y yo 20; anteayer el pesaba 16 y yo... 20. El tema va a ser que el se bebe el pienso, como dice el abuelo, y se come todo lo que huele bien o mal, que se encuentre a medio metro de distancia de su boca y yo..., en fin, yo soy mona y no estoy todo el día comiendo...
Hoy le hemos llevado al mar, y se lo ha pasado genial. Es su segundo día en la playa, el primero en el agua... ¡y ya sabe nadar!. Aprende rápido: pide sus cosas (sobre todo la comida), se sienta en los pasos de cebra, sale corriendo cuando papá le regaña ("¡Sacha te voy a canear!") y se esconde entre las piernas de mamá, pone cara de angelito cuando rompe algo (macetas, botellas, agujeros en el jardín, muñecos míos)... En fin, toda una delicia.

Yo creo que piensa que es mi hermano, porque a los dos nos regaña papá, a los dos nos gustan los muñecos, a los dos nos gusta tirarnos en el sofá, y sobre todo.... ¡¡¡¡nos queremos mucho!!!
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