Sacha, día 4

Definitivamente, Sacha es un cagón y meón. No para; además es un quejica, se tira las noches enteras llorando. Pero me cae bien. Creo que hasta muy bien, aunque sólo sea porque cuando llego a casa se me tira encima con ganas de jugar. Otra cosa es cuando se escapa, se va a mi cuarto, busca mis muñecos y los desnuda... un desvergonzado. Pero creo que nos vamos a llevar muy bien. Hoy ha venido al cole a buscarme, y me ha dejado fenomenal, se ha dejado acariciar por todos los niños, me ha lamido la manita,.... en fin un encanto. Hoy ya se encuentra mejor después del empacho de ayer... ¿no lo sabéis?, pues nada, que ayer se coló en la despensa y se empachó de pienso, eso es lo que pasó, así ha estado hoy, sin querer comer.....