Vamos a ver, en el caso del inglés, a mí que no me mareen. Me han obligado a pasar del inglés-choquero del año pasado, al inglés neozelandés de este. Y así no puede ser. Una vez que me había acostumbrado al acento de Miss Eva, me toca el de Miss Melinda e irme a las antípodas, y claro, como su nombre indica, justo lo contrario. Posiblemente el año que viene pase lo mismo... ¡seriedad!
En cuanto a plástica, como una imagen vale más que mil palabras, os adjunto mi nueva obra (que, por cierto, mi padre me ha birlado sin pagar royalties para felicitar a todo el mundo: familia, amigos, clientes, compañeros....) para que juzguéis vosotros mismos... ¿es o no una obra de arte?
Ah... y ¡FELIZ NAVIDAD!
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