lunes, 15 de octubre de 2007

De risas y lágrimas, o lo que es lo mismo, de lobos y payasos...

Sí, por ese orden, y es que mi vida se ha convertido en una especie de Cuarto Milenio. Por si no fuese poco con mi gemela oculta, ahora pasan cosas. El domingo estuve a cuatro metros escasos de un lobo inmenso... y creéis que daba miedo???. pues no, estaba disecado, tenía más de mil años y estaba lleno de polillas.... Mis padres decidieron que para celebrar el puente, me llevaban a un sitio con glamour, mal llamado el lobito, donde, eso sí, me puse púa de huevos fritos, chuletas de cerdo a la brasa, chorizos y patatas fritas... una dieta sana y equilibrada (menos mal que no estaban los servicios sociales cerca...). pero fue de risa, ya que el lobo más que susto daba pena.... Eso sí, según dicen mis padres, antes era un sitio sórdido, oscuro y marginal.... con techos invisibles entre las brumas y las telarañas, y paredes negras de grafitis....

El día antes, en cambio, me llevaron a Huelva y pasé el momento más amargo de mi vida. una especie de payaso satánico, con cara maligna pintada de blanco, se empeñaba en perseguirme con la mirada. Se supone que debía hacerme reir, pero menos mal que estaban los brazos y piernas de mis padres para refugiarme. De hecho, cada vez que pasaba por la calle me escondía sin decir nada, sin atreverme siquiera a respirar. pero eso sí, en un acto de valentía sin precedentes, en las calles aledañas, una vez fuera de mi vista, señalaba con el dedo, fruncía el ceño, pegaba una patada en el suelo y proclamaba: "Payaso no, malo" (y lo sigo haciendo)...

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