Aquí estoy otra vez con mi queca descansando en su cochecito de paseo... me queda un poco pequeño pero me encanta.

Discurso de Paola

Este año, por primera vez, hemos pasado la Nochebuena en Huelva, todos juntos. Han venido los abuelos de todos los sitios para leer mi discurso de Navidad (el único importante del día.) A diferencia de otros, lo escribí yo y no dejé que nadie metiera lápiz.... Mi audiencia.... el 100% del público (por la cuenta que les traía...)

Análisis artístico felicitación de Navidad

Mi padre, sin mi permiso, obviamente, ha utilizado mi felicitación de Navidad para felicitar a sus compañeros de trabajo, contactos profesionales etc.. (se escuda en no se qué de derechos comprados porque me dió cinco míseros euritos por la tarjeta...) En fin, el caso es que muchos le han contestado con términos elogiosos (y evidentes), como "gran pintora", "exquisito", "precioso", etc... pero los más finos han llegado a hacer algunas consideraciones sobre el tema y su exposición. Como esto no se trata de un "action painting figurativo", es decir, que de improvisación nada, aquí van las explicaciones que le dí a mi padre, cuando le entregué mi creación:

- El orden de los Reyes es muy claro, primero Baltasar que es quien me trae regalos, el último Gaspar que una vez me tiró un caramelo a la cabeza.
- Los Reyes deben ir numerados de acuerdo a la tradición, no vaya a ser que se molesten.
- Baltasar no es negro porque como dice B16 (el Papa, no un compañero de CR7), los reyes vienen de Huelva.
- El árbol no es un eucalipto a pesar de la insistencia de Papá: si papá es quien planta eucaliptos, y el Belén fue hace muchos años, como papá es muy, muy joven (un poco menos que mamá, que tiene 35), es imposible que hubiera eucaliptos, es así de fácil
- Papá dice que no había abetos en Belén... Sin comentarios, es obvio que no es una voz tan autorizada como yo para hablar de estos temas.
- Por último, Baltasar lleva dos regalos porque es MI rey mago.

¿Alguna duda?

¡¡¡Feliz Navidad!!!

¡Feliz Navidad con el reno Rudolph!

Sí, lo sé, es un atentado contra la dignidad animal, pero las artistas somos así.