Pese a lo previsto, un verano más no he tenido ganas de escribir. Ya trabajo todo el año (que si natación, que si predeporte, que si poner la mesa.....), así que en verano...
Bueno, este año, además de estar mucho en Algeciras, mis papás me han vuelto a dar una paliza de exotismo. Para comenzar me llevan a un sitio perdido en la mitad de la nada, muy curioso, llamado Valdeverdeja, si como suena, a una especie de hotel con muchas avispas en la piscina, y donde el restaurante más cercano estaba a kilómetros. Total ni nos movimos. Según ellos, descansaron, pero según yo, me aburrí.
Y sin solución de continuidad (para que veáis la coherencia de las vacaciones) aparecemos en Berlín. Ahí sí, eso si que me gustó. Es una ciudad especial con indudables atractivos. Sus calles están llenas de osos, indios, laberintos, y tiendas de salchichas. También tiene muchos monumentos: legoland, el acuario, una torre gigante, y una pradera inmensa para jugar.
Pero a que no sabéis el motivo verdadero del viaje a Berlín??? Pues sí, buscarle un novio a la osa Luisa. Y sí, lo encontramos Paul (aunque lo bautizamos Pablo, que es más normal y, a fin de cuentas, va a vivir en Aljaraque). Tras la incertidumbre del viaje, hubo un final feliz: Luisa y Pablo se gustan y ya se han casado. Es una verdadera historia con final feliz!!!!!
